martes, 11 de diciembre de 2007

Sobre el Informe PISA


LA publicación de los resultados relativos al Informe PISA están trayendo a la palestra el debate sobre la situación del sistema educativo en nuestro país. Recordemos que es la OCDE la que impulsa esta encuesta, que abarca a decenas de países, unos miembros de la organismo económico y otros, no. En el caso español, junto a la muestra estatal, son una decena las comunidades que han participado en este estudio. Como reiteradamente advertimos desde SUATEA, no es conveniente 'sacralizar' este tipo de encuestas, pues se trata de un análisis parcial y muy concreto de determinados aspectos. No se pueden extraer conclusiones de carácter universal a partir de estos análisis parciales. Lo que está claro es la intención de muchos de los comentarios realizados. La internacional de la Educación ha advertido del peligro que supone la utilización partidaria de estos resultados y de la política de «arrimar el ascua a su sardina» según de quienes vengan los comentarios. No obstante, desde SUATEA llevamos mucho tiempo reivindicando un debate serio y sosegado acerca de uno de los pilares de nuestra sociedad. Lamentablemente, el debate durante la tramitación de la nueva Ley de Educación, aprobada hace más de un año, no se centró en los asuntos verdaderamente importantes que podrían mejorar el sistema educativo en su conjunto... Por eso, proponemos medidas concretas que permitan mejorar el sistema educativo en su conjunto.

En primer lugar, la reducción del número de alumnado por aula es una de las medidas que de forma contrastada mejoran enormemente los resultados escolares. La variedad y heterogeneidad del alumnado de los centros exige que los grupos sean menos numerosos. La solución a este problema, que no se expone en el citado Plan, está clara: reducción del número de alumnos y alumnas por aula en todos los centros. La LOE, en contradicción con esta medida, aumenta la ratio actual en un 10%.

En segundo lugar, la disparidad del interés de las familias por la educación de sus hijos e hijas y por sus problemas en el período de escolaridad exige que las plantillas de los centros se aumenten y se contraten otros profesionales distintos a los docentes, como son mediadores escolares, cuidadores-acompañantes, etcétera. Esto no está previsto ni en este Plan ni en la LOE, y el MEC y las consejerías de Educación saben que sin este personal seguirá siendo muy complicada -por no decir imposible- la relación del centros y su profesorado con algunas familias. La importancia de las políticas sociales de apoyo a las familias más desfavorecidas es evidente: la escuela no es una burbuja aislada de la sociedad. Ni siquiera se contempla una coordinación entre escuelas e institutos con los servicios sociales autonómicos y municipales. No se prevé la inclusión de nuevos profesionales en las plantillas de los centros educativos, ni se contempla que el profesorado atienda a menos alumnos y alumnas para hacerlo de forma personalizada.

Y en tercer lugar, la formación del profesorado, y de las familias, claro. El profesorado debe disponer de tiempo para analizar la problemática del centro y poner en común soluciones y formas de actuar.

Estas medidas, que podemos calificar de preventivas, no se toman por falta de presupuesto. No hay dinero para educación... La 8ª potencia económica mundial dedica a la educación el 4,7% del PIB, muy lejos del 5,7% que dedican de media los países de nuestro entorno europeo. La importancia que una sociedad da a la educación se debería traducir en medidas de carácter económico (véase nuestra propuesta de incrementar el gasto educativo hasta un 7% del PIB). Pero, como muchos expertos están reconociendo, ese gasto debe ser efectuado con racionalidad. Pero destinar millones de euros a financiar a la empresa privada a través de la generalización de los conciertos educativos en vez de destinarlos a la creación de plazas en la escuela pública, no parece que sea la mejor medida.

En lo referente a nuestra comunidad -como muestra, un botón-, mientras se reconoce que disminuir el número de alumnos de 23 a 15 mejora ocho puntos porcentuales el rendimiento, aquí se aumenta el alumnado por aula y en los presupuestos asturianos se recorta el gasto destinado a Educación. ¿Seremos más listos? La educación no es una prioridad para este Gobierno.

Fuente: Beatriz Quiros/El Comercio

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