lunes, 1 de octubre de 2007

Nace el Sindicato Andaluz de Trabajadores









Lo dijo Isidoro Moreno en su saludo a la Asamblea Nacional Constituyente del SAT refiriéndose a su nacimiento: "Hoy se esta aquí demostrando que algunas veces las cosas necesarias, también son posibles". No cabe mejor resumen del sentido político más profundo de lo ocurrido el pasado domingo 23 en Sevilla.

El 23 de Septiembre de 2007, en el abarrotado Paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide, con la presencia de 500 delegados y delegadas –a los que había que sumar un buen puñado de invitados- se constituyó el Sindicato Andaluz de Trabajadores. Tres horas de Asamblea compartida, en un ambiente de entusiasmo y esperanza, dejaron fijada una fecha para la historia de Andalucía y de su clase obrera. "Un paso firme en la construcción nacional de Andalucía"

La Asamblea

El evento recibió una muy medida cobertura mediática. No obstante, la presencia allí de un amplio abanico de fuerzas políticas y sociales evidenciaba la trascendencia de la ocasión.

No era el acto de la Olavide un Congreso al uso y por eso no se había organizado para cumplir las funciones habituales de ese tipo de conclaves. Ni tampoco era su objetivo dar lugar a demasiados nuevos debates resolutivos. De ahí el énfasis en los saludos –y el tiempo que se les dedicó- o la forma escogida para votar, a mano alzada, incluso la composición de los órganos del Sindicato. Las discusiones preparatorias entre las fuerzas confluyentes ya habían producido el grueso de los textos que conferían nítidos perfiles al proyecto y ese día se trataba básicamente de revalidarlos, con alguna inclusión de sugerencias, para que cumplieran su función aglutinante durante el periodo provisional que se abría. Abordar las múltiples cuestiones pendientes que ha de discutir y resolver un sindicato de clase andaluz era –lógicamente- una tarea que quedaba para el mañana. Tiempo habrá para ello en el futuro.

De lo que se trataba en esa calurosa mañana del septiembre andaluz era de presentar un nacimiento, repasar apoyos, plantear un desafío y confirmar un compromiso. Y todo eso se cumplió con nota.

El éxito se media en la alegría serena de los presentes. En los aplausos a las simbólicas referencias hechas por varios intervinientes -quizá atrevidas, pero sinceras– a que de estar aquí Blas Infante , Diamantino García , Carlos Cano o el Che Guevara 'seguro que estarían con el Sindicato' . Y en los comentarios favorables de los delegados entre intervención e intervención o al concluir la Asamblea, preparándose para retornar a todas las esquinas de Andalucía.

A la Asamblea Nacional Constituyente del SAT acudieron representaciones políticas del máximo nivel. Tanto de fuerzas que pidieron recientemente el NO al Estatuto de la Dependencia (llamado de 'autonomía' ) como CUT-BAI , Jaleo , Nación Andaluza , Partido Andalucista o PCPE como incluso de algunas de las que pidieron el SI, como Los Verdes , Izquierda Unida o el PSA . Buena señal el que aún así estuvieran presentes en la fundación de un sindicato que tiene claramente escrito entre sus fines la lucha por la Soberanía Nacional y el derecho a la autodeterminación de Andalucía .

De entre lo escuchado en sus intervenciones –que podéis ver a través de los enlaces incluidos en el texto- destacar por lo novedoso, por provenir de una organización hasta ahora exterior al proyecto y por sus positivas consecuencias si se ejecuta, el anuncio de Julián Álvarez -secretario general del PA- no sólo de afiliarse personalmente al SAT, sino también de impulsar la implicación de todos sus afiliados para fortalecer al nuevo Sindicato andaluz.

También saludaron a la Asamblea José Chamizo (que ostenta el cargo institucional de Defensor del Pueblo andaluz), el dramaturgo Salvador Tavora y Paco Casero (exdirigente del SOC).

Se contó con la presencia de profesores universitarios como Isidoro Moreno , Pablo Palenzuela o Lina Gavira (por cierto, la única mujer que se dirigió desde la tribuna al Pleno, como muy bien hizo notar) que dieron testimonio del eco obtenido por la iniciativa entre los intelectuales de izquierda.

Diversos colectivos y organizaciones como el Movimiento antiglobalización , el Centro de Estudios Históricos de Andalucía o Andalucía Libre también subieron al estrado para transmitir en directo y de viva voz su saludo a la Asamblea. Otras –como el Circulo Cultural Juan XXIII , Ecologistas en Acción o Becarios en Movimiento - lo hicieron a través de comunicados de los que dio cuenta la Mesa.

La solidaridad sindical internacional vino de la mano de las intervenciones de las delegaciones de la Intersindical Alternativa de Cataluña y de la Corriente Sindical de Izquierdas de Asturias . El sindicato vasco LAB remitió desde Euskadi un comunicado, que fue leído integro desde la mesa. Todas estas muestras de internacionalismo fueron respondidas con ovaciones.

También tomo la palabra Ricardo Rodríguez, Cónsul de Cuba en Andalucía , que agradeció el apoyo solidario recibido por la Revolución cubana desde nuestro país. Por cierto, fue este diplomático el único que en todo el transcurso de la Asamblea Nacional definió como "Región" a Andalucía; lo que denota, como mínimo y en el mejor de los casos, cierta desubicación política por su parte al hacerlo precisamente en el foro menos propicio para tales calificaciones en Andalucía. Salvo -desde luego- que el lapsus fuera consecuencia de consigna emitida desde La Habana.

La Asamblea siguió con especial interés la salutación y los argumentos del sindicato de profesores y de la administración USTEA , coparticipe en anteriores intentos unitarios y que hoy, de momento, no participa en el SAT. Desde la mesa se informó que CGT había sido invitada pero que no acudió.

Tras los saludos se expusieron las líneas maestras de la Declaración Conjunta de Intenciones y Acuerdos y de la Propuesta de Estatutos del SAT. Ambos documentos –que fueron ampliados en diversos aspectos recogiendo sugerencias expuestas ante el Pleno- están destinados a dar cobertura y articulación provisional al Sindicato hasta la celebración de su I Congreso Nacional, previsto para dentro de un año.

En la Declaración –entre otros acuerdos- se recoge el de funcionar por "consenso"; la unificación de denominaciones, siglas –en esta primera fase sumando las del SAT a la de los colectivos unidos- servicios, propaganda, finanzas, aparición en medios e interlocución. Se acordaba asimismo la "participación en los próximos procesos de elección de representantes de los trabajadores en los centros de trabajo donde se den las condiciones oportunas para ello".

En los Estatutos –junto a un resumen de definiciones políticas e ideológicas- se dibuja una estructura para la fase provisional que prima la base territorial al objeto de favorecer la implantación inicial y la fusión de los colectivos sindicales unificados.

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