En 2005 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) era de 7.182 euros/año y el sueldo bruto medio de los 18,4 millones de trabajadores 16.018 euros/año (2,2 veces el SMI) y su distribución todavía más alarmante porque 5,4 millones de trabajadores, el 29,3%, habían de conformarse con 3.075 euros/año. Con un salario ente 1 y 2 veces el SMI, se encontraban nada menos que a otros 5,04 millones de trabajadores, el 27,4%, con 11.024 euros/año. Estos dos grupos suman 10,4 millones de trabajadores y representan el 56,7% de los asalariados pero, en cambio, sólo perciben el 24,5% del total de la masa salarial con un sueldo medio bruto de 6.919 euros/año. Aflora aquí con toda crudeza la realidad de las Empresas de Trabajo Temporal, los contratos basura, contratos por días, por horas, y un largo etc de corrupción y de explotación.
El SMI de 2005 respecto a 1999 bajó el 1,5% (corregida la inflación del 25,1%) mientras que el PIB subió el 26,1%. Si se mantuviera el modelo económico impuesto "democráticamente" parece razonable pensar que esta debiera de haber sido la subida de los salarios, pero, este modelo económico tiene poco de razonable y menos aún las autoridades políticas responsables tanto del PSOE como del PP o de los sindicatos CCOO y UGT cómplices junto con el poder económico de la situación. Así se explica que los beneficios de las empresas se hayan incrementado el 73% (1999-2006) creciendo 2,2 veces más que la media europea que tampoco es ejemplo de nada. Todas estas circunstancias más la actuación interesada de los partidos políticos y de los sindicatos citados explican la precariedad del empleo, la siniestralidad laboral, la falta de inversiones, la cada vez menor especialización tecnológica, las privatizaciones de los servicios públicos, la corrupción y que la burbuja inmobiliaria sea el motor de la economía.
En el aspecto cualitativo todo sigue igual, empeora, en 1999 el salario medio era de 15.911 euros mientras que en 2005 de 16.018 euros. En 1999 el 58,2% de los trabajadores tenían un salario medio de 6.828 euros que representaba sólo el 24,9% de la masa salarial. Para 2005 el salario del conjunto de los trabajadores era de 16.018 euros (subiendo la ridícula cifra de 107 euros) pero el 56,7% de estos trabajadores sólo cobra una media de 6.919 euros (sube 91 euros) que representa el 24,5% de toda la masa salarial.
Para completar el panorama desolador de lo que es una economía socialmente represiva, en 2005 los 3,2 millones de desempleados tenían una prestación media anual de 2.897 euros y los 8,2 millones de pensionistas 9.604 euros/año de media.
De 1999 a 2005 (corregido el 25,1% de IPC) los ingresos percibidos por los tres conceptos: salario, pensión y desempleo "subió" de 12.296 a 12.766 euros/año. Esta "subida" del 3,8% de las retribuciones contrasta con el incremento del 26,0% del PIB en el mismo periodo. Es decir, en estos siete años las rentas del capital, banca, empresarios y los paraísos fiscales se apoderaron del 22,8% del PIB, de la parte correspondiente a los trabajadores (diferencia 26,0% PIB menos incremento salarios 3,84%).
El mercado laboral tampoco es mejor para los jóvenes, en 2005, los 3,08 millones de trabajadores menores de 25 años tenían unos ingresos brutos medios de 7.154 euros/año y los 5,7 millones de 26 a 35 años 14.105 euros/año. No parece necesario sacar conclusiones sobre la vivienda, natalidad, paro, pasotismo y unos cuantos fenómenos sociales asociados nada deseables.
El desequilibrio entre Comunidades Autónomas se mantiene de 1999 a 2005, los sueldos en las tres Comunidades más prósperas sigue siendo 1,5 veces más que en las tres menos favorecidas.
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