martes, 21 de agosto de 2007

Sobre el Salario Social

Comienza pronto el Gobierno del señor Areces a poner de manifiesto los motivos por los que la Federación Socialista Asturiana no quiso un pacto de gobierno con IU. Son el señor presidente y varios los consejeros los que se han dado prisa, en diversos medios de comunicación, en tomar posiciones contrarias a algunos de los planteamientos de Izquierda Unida, que ya fueron aparcados en las negociaciones previas para formar un Gobierno de izquierdas: el Presidente señala la prioridad de negociar el Estatuto con el PP; algunos consejeros adelantan la construcción del pantano de Caleao, de la incineradora... etcétera. Queda claro, si no lo estaba ya, quién no quiso un pacto de izquierdas en Asturias.

Pero en esta premura, casi precipitación, por marcar diferencias gana en atrevimiento la nueva consejera de Bienestar Social, que lacónica pero rotundamente afirma que ha fallado el salario social, una de las acciones emblemáticas para Izquierda Unida del Gobierno plural.

No quiero ahondar en el hecho de la crítica apresurada de la nueva consejera a su predecesora. (A Laura nunca se le pasó por la cabeza comenzar criticando al anterior consejero. Pero, en fin, es cuestión de «talante», que se dice ahora). Lo que quiero subrayar es que las diferencias del señor Areces con Izquierda Unida vienen ya de antes, como se pusieron de manifiesto públicamente en varias ocasiones. Y uno de los puntos que llegaron a poner en riesgo de ruptura el Gobierno anterior fue precisamente el salario social. El señor Areces rechazaba, contra todos los acuerdos políticos y sociales firmados, el considerar el salario social como un derecho subjetivo. El miedo a que los pobres o excluidos pesaran demasiado sobre el Presupuesto. Un dinero público para el que el Presidente no tiene el menor escrúpulo en dedicar a obras gigantes, de discutible necesidad, que suman miles de millones de euros, frente a los 12 millones anuales del salario social.

Ahora, y para comenzar su mandato, es la nueva Consejera de Bienestar Social la que en declaraciones tempranas realizadas al menos en dos ocasiones se muestra crítica con el salario social: «El salario social falla. Es más importante que encuentren trabajo». «Cronificarse en el salario social sería un fracaso del sistema», dice textualmente en dos medios de comunicación.

No se explicita si la crítica se hace al funcionamiento o al concepto. Criticar el fallo del salario social por el funcionamiento de escasos meses sería poco serio. Hay que deducir que lo que se critica es el propio concepto, un salario social no ligado necesariamente al trabajo, es decir, un salario social que sea derecho subjetivo de los sujetos que define la ley: las personas en grave situación de pobreza. Se trata, pues, de volver a las posturas al respecto del señor Areces.

Sobre estas posturas ya hubo muchas ocasiones de debate y aclaración en la tramitación de la ley. Debiera ser un tema sobre el que no repetir las mismas objeciones ya informadas. En todo caso, señalo algunos de los aspectos aclaratorios:

Los estudios que se han hecho, algunos exhaustivos, sobre el salario social donde lleva años en funcionamiento ponen de manifiesto que es un porcentaje bajísimo los que duran más de tres años recibiéndolo. Es decir, la gran mayoría de los que están en condiciones de trabajar deja el salario social por un empleo.
El que «encuentren trabajo», que le preocupa a la Consejera, depende más del mercado de trabajo, es decir, de la oferta escasa y de las exigencias cada vez mayores de los empresarios para contratar a personas. Hay muchos jóvenes, muy cualificados, buscando trabajo sin encontrarlo. Las personas que necesitan del salario social no son en general las que tienen mayores posibilidades.

La ley del Salario Social Básico tiene todo el título III dedicado a «Medidas de incorporación social», a los planes regionales y locales de integración social, y reconoce un doble derecho: «el de una renta básica y el establecimiento por el Principado de Asturias de los medios oportunos de prevención y lucha contra la exclusión social en su ámbito territorial y competencial» (preámbulo de la ley).

Señora consejera, es todavía un poco pronto para saber si ambos requisitos, que definen la ley del Salario Social, se cumplen o «fallan» en Asturias. Del Gobierno que preside el señor Areces y del que usted forma parte es la responsabilidad. En que se logren los objetivos que persigue la ley del Salario Social Básico va a contar usted con la exigencia y el apoyo de Izquierda Unida.

Manuel García Fonseca fue diputado regional y también diputado nacional por Izquierda Unida.

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